Una de las gemas del conocimiento en la cultura Tibetana sobre la llegada de un bebé es que el contacto continuo entre el bebé con la mamá, el papá y otros miembros de la familia y la comunidad es visto como algo natural y esencial para el desarrollo de su cerebro. Además, la medicina tibetana reconoce y entiende la depresión posparto y su tratamiento, por lo tanto, reconoce y entiende como mejorar las relaciones materno infantiles y familiares en ese momento crucial.
¿Favor o corresponsabilidad? Parece un absurdo que en pleno 2015, donde la marihuana es legal en muchos lugares, al igual que el matrimonio gay, donde se ha machacado tanto lo dañino del machismo y la inequidad, todavía existan individuos que vean sus responsabilidades paterno filiales y domésticas como favores a sus parejas e hijos(as).
Analicemos esta frase: «Yo ayudo a mi esposa y en ocasiones friego». ¿Es una ayuda o una corresponsabilidad? ¿Se puede asumir el fregar, al igual que mapear, lavar los baños y la ropa sucia como tareas domésticas que deben ser compartidas por los miembros del hogar o son tareas solapadas a la mujer nada más? ¿Y cuidar a los niños(as)? ¿Llevarlos a la escuela?
Si bien en la actualidad, la fuerza laboral más grande son las mujeres, irónicamente son las que menos puestos de poder ocupan y peores salarios tienen. Esto sin contar que en la gran mayoría de los casos la realidad socioeconómica las obliga a dos y tres jornadas diarias (incluyendo la doméstica). Por otra parte, aunque los hombres no estamos exentos de las múltiples jornadas diarias, hemos querido ver la jornada doméstica como una opción. El quehacer en el hogar debe ser una corresponsabilidad.
Debo hacer la salvedad ya que no siempre se presenta un esquema familiar donde existe una pareja que comparta la jornada doméstica. Tenemos madres solteras, padres solteros, divorciadas(os), viudos(as), padrastros, madrastras y un sinnúmero de composiciones familiares. ¿Qué pueden hacer estas tribus?
Pronto, muy pronto mi esposa dará a luz. Hablando de la logística para el posparto (sí, hay que planificarse para enfrentar el posparto, pero eso es tema para otro artículo), me dice voy a hablar con W y R para que nos ayudemos en el recogido de I. I es la hija de 9 años de mi pareja y R, además de ser mi hijastra y la de W.
Traigo este ejemplo porque estas situaciones por extrañas que parecen, han permitido a nuestra tribu asumir una corresponsabilidad. Y la tribu se extiende, se suman tías, tíos, abuelas, abuelos y otras personas que en un gesto solidario asumen responsabilidad de forma voluntaria, pero firmes y decididos.
Existen circunstancias complejas. Las relaciones humanas son complejas. Sin embargo, es necesario asumir nuestras responsabilidades domésticas y de crianza trascendiendo las circunstancias. Nuestro legado a nuestras crías va mucho más allá de los bienes. El tiempo que dedicamos y la calidad de ese tiempo es una ganancia que ellos se llevan y se hace recíproca en amor.
Bien por los que han asumidos esta corresponsabilidad. Ánimos a los que se lo han cuestionado e intentan hacer cambios. Hay que romper esquemas. Estos esquemas son preámbulos de violencias. Son violencias sutiles, sin embargo son violencias. Asumamos nuestra responsabilidad en tribu y veremos como se aliviana la carga. Sigamos construyendo una cultura de paz.
#PapáOso
El autor es Director de la campaña inne-cesarea.org y el programa Se Pare del municipio de Vega Baja
#papáactivao