
Seis palabras
En Mamita Obrera siempre les he hablado con la verdad y les he mostrado lo que soy. Han habido momentos en los que decido parar con el blog y luego recuerdo las muchas madres que me escriben sintiéndose aludidas con mis experiencias. El soporte que he podido ser y la fuerza que recibo de ustedes es increíble e incalculable. Ahora es que es. No puedo darme por vencida. María, la bendita María, llegó el 20 de septiembre y el seis de octubre yo estaba arrancando para Orlando, Florida con mi familia. No se asusten, era un viaje que teníamos planificado desde julio. Iríamos a Disney para el cumpleaños número tres del Sr. Tiago. Salimos mis padres, mi mejor amiga, Tiago y yo. No les miento, llegué con la idea de experimentar, empezar a buscar trabajo y ver si era viable quedarme en Florida. ¿Por qué? Porque mis dos trabajos estaban en «stop», la escuela de Tiago también y desde mucho tiempo antes de María estaba sintiendo que tenía que arriesgarme y tomar decisiones grandes por el futuro de mi pequeña familia. Así que vi este viaje como una posibilidad.
Les confieso que estaba llena de miedos e inseguridades, pero era la primera vez en mi vida que sabía que algo así podía darme la oportunidad de cambiar la monotonía. Todo pasó rápido y parecía que la mano de Dios estaba en cada una de las cosas que me estaban pasando. En menos de un mes del huracán ya tenía carro y un trabajo a tiempo completo.
Mi tierra, mi hermosa Isla, sufre. Mis amigos, familiares y comunidad están con una gran incertidumbre porque la recuperación del país no ha sido como se esperaba. Cada vez que veo algún video, fotos y noticias sobre cómo se han unido diferentes compañías, grupos de personas e individuos para ayudar a las familias que aún no tienen lo básico me llena de orgullo. Veo como las cosas van mejorando y me entra un nerviosismo porque pienso que a lo mejor debí regresar. Luego recuerdo que todo este cambio, toda esta decisión tan arriesgada tiene sólo un propósito: crecer.
Todos sabemos que el paso del huracán María por Puerto Rico trastocó la vida cotidiana de todos en muchos sentidos. Estamos marcados por ese episodio. Llevo exactamente dos meses pensando qué artículo compartir con mis seguidores. Sobre qué escribir. ¿La verdad? La idea de compartir algo responsable, con empatía, prudente y relevante me aterraba. Creo que aún me aterra. Me he sentado más de diez veces y he empezado a escribir sobre mi experiencia, mis decisiones, consejos y más, para compartirlo y servir de aliento y ayuda. Aún así, no lo he hecho porque no me he sentido preparada. Vi mi página de Instagram para analizar y reflexionar sobre mis posts. Cuáles han tenido más likes, comentarios y reacciones; qué tienen en común aquellos con más reacciones de mis seguidores. Lo quise hacer porque siento que he tenido abandonado este proyecto después de haber alcanzado muchas metas en los últimos meses.
Por lo tanto, ese mismo miedo me permitió reflexionar en las seis palabras que me describen como Mamita Obrera en la diáspora y hoy las comparto con ustedes: resiliente, emprendedora, valiente, patriota, arriesgada y obrera.
Resiliente: soy capaz de superar con fuerza y valor los eventos traumáticos y resurgir.
Emprendedora: tuve la iniciativa de tomar un decisión arriesgada que me permitió abrir horizontes.
Valiente: soy brava al venir a un lugar donde se habla otro idioma, con una familia que, aunque no había compartido mucho con ella, me ha acogido con el mismo amor que los que se quedaron.
Patriota: amo profundamente mi Isla y siempre lucharé por su bienestar sea en o fuera de ella. Oye, que era de las que pensaba que la patria se hacía en ella o no se hacía. Poco a poco con muchos amigos y amigas que se han ido fuera entendí que la Patria se lleva dentro y fuera.
Arriesgada: soy una aventura andante dispuesta a tomar riesgos que me llevan a ser una nueva mujer.
Obrera: Soy madre y trabajadora que con fuerza y afán venceré los obstáculos que se presenten, así como he superado muchos más desde que soy Mamita Obrera.
Sé que tú también lo eres. Así que, frente al espejo repítetelo una y otra vez, y da el paso.
En la Isla, en la diáspora y donde quiera que esté Mamita Obrera fui, soy y seguiré siendo: resiliente, emprendedora, valiente, patriota, arriesgada y obrera.
Este escrito es dedicado a mis padres, mis tres hermanos y sus hijos/as, mi hermana, mi doula, la Cafre, a Johnny, a mis queridas ASAZ, la Trilogía, la Meli, los compadres y a papá. Y a un montón de gente que llevo pegada a mi corazón.