Oda a la mamá cansada.

Oda– Pese a su variedad temática, la oda suele expresar la admiración por algo o alguien. Una oda, por lo tanto, es un poema creado con una intención de homenaje o exaltación. Varios poetas griegos dedicaron odas a los dioses, atletas, guerrero y héroes; otros, en cambio, prefirieron exaltar la figura del amor y los placeres.

Levantarme, bañarme rápido antes que se levante el nene, preparar el desayuno, el café, el almuerzo, la mochila y mi lonchera. Eso podría ser la mañana perfecta, pero… Se levantó justo antes de meterme al baño, entonces llora y me dice: mamá, no quiero que te bañes. Y grita. Grita con todas las fuerzas y entonces ya se me hizo tarde.

Así, básicamente, podrían ser cada una de mis mañanas. Y quizás, así son tus mañanas o peor. Lo hacemos una y otra vez, sin descanso. Para luego empezar alguna jornada laborar, sea en o fuera de la casa. Somos trabajadoras incansables; 24 horas y siete días de la semana. Porque creo que hasta durmiendo nos ponemos a hacer listas, a planificar el próximo día o a soñar con una siesta de ocho horas. ¿No creen?

Somos las mamás cansadas, aquellas que se muestran tal y como son. Con los pelos desarreglados, las ojeras más profundas y las cero ganas de hacer otra cosa que no sea que llegue la hora de ver una serie en Netflix. ¡Si te quedan ganas! Existen aquellas que tienen a papá que coopera en todo, otras que ese papá es como si fuera otro hijo (coño), algunas que la abuela ayuda en la crianza y mejora la carga y entonces, hay otras que están solas y buscando en quien recostarse aunque sea un minuto. Sea soltera o casada, con abuela o con amigas seguimos siendo las mamás cansadas.

Cuando el estrés y la carga es tanta que te dan corrientes de dolor por la cabeza, te tiemblan los párpados y no puedes dormir por más cansada que estés. No te dan ganas de limpiar, de cocinar, ni de bañarte. Lo piensas dos veces para ir el supermercado con los nenes porque siempre hacen una perreta, salen corriendo o se antojan de cualquier dulce. Ya no vas a arreglarte el pelo o hacerte una manicura porque no tienes quien cuide al nene en el weekend. El espasmo en los hombros de tanto cargarlos, barrer, lavar fundillos y trabajar es increíblemente duro: como el mono trepao. Somos las mamás cansadas. Las que trabajan 24 horas y 7 días a la semana sin descanso.

Sé que ser mamá, quizás, no deba ser visto como un trabajo, ya que es una decisión que tomamos conociendo que seremos madres siempre. En cambio, en los trabajos podemos renunciar. Aún así, pienso que es un trabajo con amor como paga. Y eso, señoras y señores, es el mejor trabajo. Somos mamás cansadas. Mamás con la capacidad de lidiar con todo, aunque se nos pierda la mente en la lista del grocery.

Somos mamás cansadas.

#MamitaObrera

Presiona Netflix, estoy recomendando una serie para reírnos de nosotras mismas.

También, les dejo esta info sobre el síndrome de Burnout

2 comentarios

  1. Sibyl · abril 26, 2018

    Excelente!

    Le gusta a 1 persona

  2. beautybycat · abril 26, 2018

    Te quedó al pelo esta oda! Me identifico al maximo😙

    Le gusta a 1 persona

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