Querido 2016,
¿Por qué se empeñan en echarte la culpa de todo lo que pasó en este periodo? ¿Por qué insisten en incriminarte por las decisiones tomadas? ¿Por qué enfatizan en lo acontecido, lo negativo? Ya sé. Porque estamos sumergidos en la tecnología, en la rapidez del momento, en los abrazos forzados y las sonrisas hipócritas. Porque no nos hemos tomado el TIEMPO para mirar a los ojos y decir la verdad, cuantos nos amamos y cuánto hemos sufrido. Sí, ha sido un año de muchas noticias, muchas muertes (especialmente de inocentes). Pero les digo algo, esto es solo el comienzo. Nadie sabe que el hecho de cambiar de fecha no nos hace invencibles. Que el próximo año puede ser la continuación del desastre. No le echen la culpa al año. La culpa la tenemos nosotros y punto. Aquellos y aquellas que no somos fieles a nuestros ideales y nos dejamos llevar por la corriente. O aquellos y aquellas que somos fieles a nuestros ideales pero irrespetuosos con el prójimo. Aquellos que no respetamos lo diferente y desconocido.
Bienvenido 2017,
Que el tiempo no sea la excusa de los rumbos que tomemos. Seamos dueños de nuestras decisiones y permitámonos soñar. Pensemos en los que están a nuestro alrededor. Y continuemos con la agenda del respeto, la empatía, la igualdad, los buenos deseos y el compromiso. Respetemos a los que no piensan igual, pongámonos en el lugar del otro y la otra, establezcamos un trato igualitario, brindemos la oportunidad de que todas y todos tengamos lo que soñamos y comprometámonos con los derechos del mundo entero. Desde nuestro espacio, nuestro hogar, trabajo, comunidad y país. Poco a poco, provoquemos el cambio hacia la PAZ de la humanidad y su hábitat: el planeta Tierra.
Mis mejores deseos para todas y todos.
#MamitaObrera